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La Torre del Diablo sobresale de los pastizales que la rodean en el noreste de Wyoming.
Los fanáticos del cine probablemente reconozcan su icónica forma: esta torre fue el sitio de aterrizaje de los alienígenas en la película de ciencia ficción de 1977 "Encuentros cercanos del tercer tipo". Pero la cumbre de roca ígnea a 386 metros de altura en las Colinas Negras es un imán para los fanáticos del montañismo por un motivo distinto.
"Al acercarse, es algo que no se puede creer".
Eso afirma Shaun MacGillivray, productor de la nueva película de MacGillivray Freeman Films, América Salvaje: Una Aventura en los Parques Nacionales, presentada por Expedia y Subaru. "El terreno plano es interrumpido por un rascacielos natural que se eleva majestuosamente sobre todo. Eso es parte de lo que la convierte en una escalada tan fantástica".
Solo unos pocos de los que visitan el Monumento Nacional Torre del Diablo realmente completan el ascenso. En 2014, el famoso escalador Conrad Anker, su hijo, Max Lowe, y la amiga de la familia Rachel Pohl realizaron la ascensión durante la grabación de América Salvaje: Una Aventura en los Parques Nacionales. Lo más impresionante es que el equipo de cámara que filmó este episodio también ascendió.
"Afortunadamente, contamos con un gran equipo, incluido Michael Brown, que sabe cómo obtener secuencias maravillosas en lugares difíciles, incluso en el Monte Everest", dice MacGillivray, refiriéndose al veterano del rodaje que ha realizado varias caminatas a la cumbre de la montaña más alta del mundo.
Esa experiencia fue útil, en vista de la logística necesaria para obtener tomas a medio camino de la ascensión y en la cima de la Torre del Diablo. La grabación en un formato gigante no solo requiere un equipo de cámaras pesadas, sino también retomar la película varias veces para capturar tres minutos de rodaje por vez, una proeza nada fácil en una ladera de roca. Otra dificultad es sincronizar los dispositivos de grabación inalámbricos para captar cada respiro y grito de alegría de los escaladores.
Se requieren más de 15 personas, arriba y abajo de la montaña, y mucha coordinación para lograr estas tomas. —manifestó MacGillivray— pero todo eso vale la pena si podemos captar el momento de asombro de los escaladores suspendidos de un acantilado de 304 metros en este espacio sagrado.
Esta escena se mostrará en la película América Salvaje: Una Aventura en los Parques Nacionales, que se proyectará en cines de todo el mundo en 2016.
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