Cinco lugares extrañamente asombrosos para visitar en Estados Unidos

Escondido debajo de un paso elevado en el distrito de Fremont, en Seattle, Washington, este troll ha sido una presencia espeluznante desde 1990. Lo construyeron cuatro artistas locales como parte de una competencia para promover la renovación urbana. Con una altura de 5,5 metros, el gigante barbudo sostiene una escultura de un Volkswagen escarabajo en una mano, mientras se apoya con la otra, lo que da la impresión de que se está levantando desde el suelo. El Fremont Troll se transformó en una parte querida del vecindario: agrada a los lugareños y atrae a visitantes de todo el mundo.

No puedes ver un episodio de Twilight Zone o una película de ciencia ficción sin escuchar que mencionan el Area 51, el sitio de prueba de la fuerza aérea de EE. UU. ubicado a 134 kilómetros al norte de Las Vegas, Nevada. Los lectores de ciencia ficción y los teóricos de conspiraciones creen que el área alberga objetos voladores no identificados (OVNI) y otras pruebas de vida extraterrestre. Ya que es un área ultra secreta del gobierno, ni siquiera tienes permiso para aparcar en las inmediaciones de las entradas de este lugar. Puedes disfrutar de las gasolineras, restaurantes y tiendas de regalos con temáticas alienígenas por la Extraterrestrial Highway (Autopista Extraterrestre), también conocida como la Nevada State Route 375 (Ruta estatal de Nevada 375).

No verás nada más extraño que Carhenge, una réplica de Stonehenge de Inglaterra, pero hecho completamente de autos viejos y pintados, en el oeste de Nebraska. Ubicado en el medio de la pradera, a casi 250 kilómetros al noreste de Cheyenne, Wyoming, Carhenge es una atracción que realmente "te sacará del camino". En 1987, el artista Jim Reinders creó Carhenge con 39 automóviles clásicos, como una forma de estudiar el diseño de Stonehenge y así tratar de determinar su propósito. Gracias a su popularidad, se construyó un centro para visitantes en el 2006, para ofrecer más información acerca de este extravagante tesoro de EE. UU.

A lo largo de la frontera entre California y Nevada, el Death Valley National Park (Parque nacional del Valle de la Muerte) es famoso por su paisaje místico, que se complementa con dunas onduladas y enormes cimas de montañas. Pero posiblemente la parte más peculiar del paisaje de este parque sea el Racetrack (Circuito). Ubicado en la parte de California del parque, este tramo del lecho del lago casi parece hecho de mosaicos. Además, la superficie geométrica solo cuenta con, prepárate… rocas que se mueven. A pesar de que nunca alguien ha visto una roca moverse, sus rastros se pueden distinguir claramente. Los científicos creen que las rocas se impulsan por el árido suelo desértico cuando la escasa lluvia se congela y luego se derrite bajo el sol ardiente, lo que provoca que estas (que en algunos casos llegan a pesar 270 kilos) se deslicen.

Florida alberga muchas atracciones estilo kitsch y maravillas únicas que han atraído a los turistas durante décadas. Sin embargo, nada es tan excéntrico como el Coral Castle (Castillo de coral). Ubicado a casi 50 kilómetros al suroeste de Miami, este castillo fue construido por el inmigrante letón Ed Leedskalnin, quien utilizó casi 1000 toneladas métricas de roca coral. La construcción de esta magnífica estructura produce mucha especulación entre los nativos de Florida. Muchos creen que Leedskalnin utilizó habilidades sobrenaturales, ya que él mismo construyó el castillo, sin la ayuda de ningún tipo de maquinaria. Hoy en día está en el National Register of Historic Places (Registro nacional de lugares históricos) y es un museo que abre a diario para ofrecer recorridos.